En la calle Chaoyangmen Nei, en su número 18, hay una vivienda abandonada que llama la atención. Tiene un estilo europeo del siglo XIX, con tres plantas y una elevada cubierta con ático. Dicen que el terreno donde se asienta fue concedido por el emperador a unos residentes ingleses para la construcción de una iglesia; finalmente, el proyecto no se concluyó. Más tarde vivió en ella un oficial del ejército del Kuomintang, una de cuyas concubinas se ahorcó. Desde entonces, dice la leyenda, muchos de sus posteriores inquilinos también perecieron en extra?as circunstancias. Se cuenta que bajo ella hay un pasadizo que llega hasta Tuanjiehu. Algunos afirman que en los días de verano, cuando el calor más aprieta en la capital china, es posible notar frío al acercarse a la verja de esta casa.