El recientemente inaugurado Restaurante Confucio está repleto de imágenes del famoso pensador.
Las columnas de piedra en forma de dragón que están a la entrada del restaurante semejan aquellas del Palacio Dacheng (el más grande lógro) en el Templo de Confucio. Una réplica del ‘Altar del Albaricoque’ (plataforma sobre la cual Confucio impartió sus conocimientos) da la bienvenida a los comensales en el centro del primer piso del restaurante. En este exótico lugar, uno también puede encontrar gabinetes de libros en bambú, series de campanas que reproducen tonos exactos, y potes de agua tipo ‘qiqi’.
El restaurante cuenta con al menos 30 réplicas de objetos que es posible encontrar en el Templo y la Residencia de Confucio. Las habitaciones privadas del tercer piso fueron nombradas en honor a ense?anzas confucianistas o a trabajos familiar para el público chino. Las pinturas de relieve en las paredes detallan lapsos de la vida y obra del sabio.
La mayoría de los platos también tiene nombres al estilo confucianista. Por ejemplo, la espinaca semi-transparente acompa?ada por una exquisita gelatina de cerdo ha sido ingeniosamente denominada ‘he'erbutong’ (la diferencia hace la paz), una idea del pensador. Una de las deliciosas sopas que se expenden en el establecimiento, mezcla estupenda de un sabroso caldo con las espinas y cartílagos de un pez, es graciosamente llamada ‘las espinas asadas del emperador Qinshihuang’.