Catorce estudiantes de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Beijing toman retratos fotográficos de los pobladores de Nihegou, Yuling, en la noroccidental provincia china de Shaanxi.

Este verano, durante un viaje de prácticas hecho en el poblado Nihegou, Yulin, en la noroccidental provincia china de Shaanxi, 14 estudiantes de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Beijing recorrieron la zona rural, inspeccionaron el terreno y participaron en diferentes actividades. A medida que el viaje llegaba a su fin, los estudiantes entregaron a los aldeanos un regalo especial y memorable: retratos fotográficos de cada uno de ellos.

Los estudiantes tomaron esos retratos en un estudio fotográfico improvisado que instalaron en el edificio del comité de la aldea. Los pobladores, con una canasta de dátiles (especialidad local), una sandía recién recolectada o una herramienta de labranza en la mano, sonrientes, mostraron sus frugales, pero productivas vidas ante la lente de la cámara. Algunos se sentaron junto a sus cónyuges o sus nietos, posando para una foto familiar cálida y llena de encanto.

Escondido en la parte nororiental de la provincia de Shaanxi, el poblado Nihegou se encuentra junto al río Amarillo y cuenta con una larga historia y una rica cultura. Conocido por sus dátiles rojos, está habitado por unos 200 aldeanos, con una media de edad de 64 a?os.

"Tomar retratos fotográficos para los ancianos del pueblo es algo que habíamos pensado hacer desde que se formó nuestro equipo", escribió Zhang Yunling, estudiante de posgrado de la Escuela de Periodismo y Comunicación, "y anhelábamos hacer algo significativo para los aldeanos mientras estuviéramos en el poblado".

Nihegou es el típico "pueblo de personas mayores" donde casi todos los habitantes tienen más de 60 a?os. Al no contar con un estudio fotográfico, los aldeanos no tienen forma de tomarse fotos, explicó Zhang, quien agregó: "Esperábamos aprovechar esta oportunidad para tomar algunas 'fotos formales' y capturar imágenes de estas personas trabajadoras que comienzan a envejecer".

"Tras un día de sesiones fotográficas, terminé influido por sus emociones...en sus rostros sonrientes pude leer su bondad y pasión por la vida", escribió Zhang. "Nunca antes había sentido la fuerza vital de la fotografía".

Liang Qin, estudiante de licenciatura de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Beijing, compartió su nueva comprensión de la fotografía después de esta práctica de campo. "Desde que comenzó el a?o le he tomado fotos a una gran cantidad de personas, y he capturado muchas de sus emociones. Pero noté que mis emociones se estaban desvinculando de mi cámara", escribió.

"Esta experiencia en el poblado Nihegou, sin embargo, hizo que mi comprensión de la fotografía fuera distinta. Al ver a esos abuelos sentados siendo el foco de atención, cautelosos, mientras me miraban confundidos, yo imitaba sin saberlo el dialecto local (para calmarlos y consolarlos) , diciéndoles '?Sonría!' o '?Bastante bien!'", recordó Liang.

"Por primera vez en mi vida, quedé conmovida por las fotos que tomé", escribió. "Revisando esas fotos, descubrí que los pobladores en ellas eran particularmente fotogénicos, a pesar de que sus rostros estaban llenos de arrugas". "Hasta cierto punto, la fotografía para mí se ha transformado de algo que requiere técnica a algo que demanda arte".

Los siguientes son algunos de los trabajos de los estudiantes: