Las pinturas Tangka tienen una larga tradición en el Tíbet. Esta forma de arte apareció hace mil 300 a?os y hoy en día continúa vivo gracias al interés de jóvenes que luchan por mantener el legado. Xialu Wangdui es uno de ellos.
En una esquina de la famosa calle Bakor en Lhasa se ubica una tienda Tangka. El propietario, Xialu Wangdui trabaja en una pieza de la Diosa de Misericordia de mil manos. El pintor inició su aprendizaje en un monasterio a la edad de 12 a?os. El retrato con su maestro aviva las memorias de esos tiempos.
Xialu Wangdui dice que "el primer paso es aprender cómo pintar la cabeza de Sakiamuni. Mi maestro tenía muchos aprendices. A diferencia de ellos, logré hacerlo en sólo un mes. Mi maestro elogió el trabajo y mi habilidad".
El tiempo vuela, después de 10 a?os de continuas ense?anzas, Xialu Wangdui se graduó y ahora es due?o de su propia tienda Tangka.
El artista insiste en conservar la forma tradicional. Primero, los lienzos de algodón deben estar fijos en un marco de madera rectangular, luego se debe aplicar el color base y sacar brillo con una piedra. Acto seguido, realizar el trazo del Buda con un carboncillo. La clave es la composición. Se dice que las proporciones se dan de acuerdo a los relatos budistas. Una buena ayuda es una vara delgada de bambú.
Xialu Wangdui indica que "el tama?o del rostro del Buda está se?alado en la vara. El ancho y la longitud son las mismas. Cuando aprendí Tangka, lo más importante era recordar estos números. Sólo luego de este paso, el aprendiz puede utilizar los pigmentos."
La aplicación del color es el último paso. La parte más difícil es colorear los ojos del Buda. Es necesaria la experiencia de pintores como Xialu Wangdui para completarla. Según la tradición, los materiales están hechos de minerales.
Lo que también se mantiene inalterable son los corazones leales de los artistas Tangka generación tras generación. Xialu Wangdui, alguna vez aprendiz, ahora es maestro de 20 estudiantes en una escuela en Lhasa.
Cada a?o desde el 2001, la Universidad del Tíbet recibe al menos un estudiante para la maestría Tangka. En el a?o 2004, se formó el primer grupo para el grado de bachiller en dicho arte.
Ya sea en el campus o en tiendas, el legado Tangka sigue vivo en las pinturas de Dioses y en el corazón de los artistas grandes y peque?os.