El signo del Buey (o Búfalo) representa la prosperidad, alcanzada a través de la fortaleza y el trabajo. Una persona nacida bajo este signo será digna de confianza, tranquila y metódica. Trabajador paciente y esforzado, el Buey es rutinario, sabe escuchar y es muy difícil hacerle cambiar de opinión, porque es obstinado y con prejuicios. Pese a ser muy introvertidos, su férrea naturaleza puede convertirles en excelentes oradores cuando la ocasión se presenta. Suele moverse bajo esquemas fijos y respeta la tradición. Sabe que sólo haciendo las cosas como es debido se alcanza un éxito duradero. Jamás confiará en su suerte. El Buey logrará las cosas a través de su tenacidad y dedicación. Es absolutamente digno de confianza, siempre cumple la palabra empe?ada. La opinión pública no cuenta para él. Se entregará de todo corazón a la tarea que esté haciendo, y no dejará nada por hacer.
En las cosas del corazón, el Buey puede ser muy ingenuo. No puede llegar a valerse de estrategias de seducción para ganar una causa romántica. No se puede esperar de él poesías ni serenatas. Incluso es probable que sus regalos sean objetos sencillos y sin pretensiones.
Como además son muy tradicionales, serán proclives a noviazgos largos, porque necesitan tiempo para llegar a una relación de suficiente intimidad. Son lentos para reaccionar y revelar sus verdaderos sentimientos. El hombre de este signo puede ser un verdadero caballero pero es capaz de convertirse en un torpe jovenzuelo a quien se le traba la lengua cuando se trata de conquistar a una chica. Pero si te casas con él, jamás te decepcionará, le tendrás a tu lado durante toda la vida. Tal vez no te llene de grandes obsequios pero jamás pasarás necesidades.
La muchacha Buey será una esposa ideal. Te corresponderá a ti tomar la iniciativa. Después de todo, seguramente una persona nacida bajo este signo estará haciendo más de lo que le corresponde.
Son muchas las cosas maravillosas que vienen envueltas en un papel marrón y sin gracia, y una de ellas es el Buey. Ni se te ocurra despreciarlo por la envoltura porque seguramente vale su peso en oro.