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Protección
medioambiental |
Diversidad
biológica |
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Las reservas
naturales benefician al 70% de las especies del
ecosistema terrestre, el 80% de los animales salvajes
y el 60% de las plantas superiores del país.
En ellas, la mayoría de los animales y plantas
preciosos y en peligro de extinción logran
protegerse y reproducirse de forma efectiva. China
fue uno de los primeros países signatarios
del Convenio de Diversidad Biológica, que
entró en vigencia formal en 1993. Este convenio,
cuyo tema principal es “proteger la diversidad
biológica significa proteger a la humanidad
misma”, consiste en un programa importante
encaminado a proteger la diversidad biológica
y el desarrollo sostenible del planeta. |
China viene participando activamente en los asuntos
internacionales relacionados con el convenio y manifestando
sus opiniones sobre problemas de gran importancia en el
cumplimiento internacional del convenio. China también
es uno de los pocos países que marcha a la vanguardia
en la aplicación concienzuda del plan de acción
del convenio. El Plan de Acción para Protección
de la Diversidad Biológica, que China puso en práctica
en 1994, contribuye a que las actividades de protección
del ambiente ecológico se rijan por reglamentos.
Hasta la fecha, en el país se han establecido 250
centros para la reproducción de animales salvajes,
dedicados especialmente a salvar a siete especies importantes,
incluidos el panda gigante y el ibis rojo (Nippon nippon).
Se ha construido y entrado en funcionamiento un grupo
de instalaciones modernas para almacenar recursos genéticos.
Por ejemplo, el banco chino de cultivos de microorganismos
ha coleccionado y salvaguardado 90.000 bacterias vivas,
mientras que el banco chino para la conservación
de semillas posee más de 300.000 muestras. Estas
instalaciones han protegido eficientemente los recursos
biológicos del país. Gracias a las medidas
activas, se ha impedido inicialmente la tendencia a la
extinción acelerada de las especies biológicas,
se han incrementado las existencias de seres vivos silvestres.
Después de establecer cuatro reservas naturales
para proteger el abeto plateado (Cathaya argyrophylla),
considerado “fósil viviente vegetal”,
y cuyas existencias se reducían en un principio
a menos de 3.000, se ha logrado reproducir el mismo y
ya sólo en Hunan hay 30.000 ejemplares. En el caso
de la Metasequoia glyptostroboides, hasta los años
40 del siglo XX sólo se había descubierto
un ejemplar, pero ahora, en virtud del amplio cultivo
del mismo, se puede encontrar hasta en las aceras de las
ciudades de China.
Se han logrado éxitos prelimares en la salvación
de animales salvajes en peligro de extinción. En
2001, el número de pandas gigantes salvajes considerados
como “tesoro del Estado” y “fósil
vivo”, se mantenía alrededor de 1.000. Su
ambiente de subsistencia continúa mejorando: el
Centro Chino de Protección de Pandas Gigantes,
situado en la Reserva Wolong en el oeste de la provincia
de Sichuan, ha procreado con éxito 37 pandas con
26 vivos. La cantidad de ibis rojo (Nippon nippon) ha
aumentado de 7 a 248, aliviando en mayor grado la circunstancia
peligrosa para ellas. Los caimanes chinos (Alligator sinensis),
criados artificialmente, suman más de 10.000. El
número de los Cervus eldi de Hainan se ha desarrollado
de 26 en los años 80 del siglo pasado a 700 en
la actualidad. Los tigres, difíciles de verse,
aparecen ahora de vez en cuando en el nordeste, este y
sur de China. A comienzos del siglo XX, varios millones
de gacelas tibetanas corrían en la meseta Qinghai-Tíbet,
pero ahora sólo quedan menos de 75.000. Para protegerlas,
un convenio internacional, titulado Declaración
de Xining sobre la Protección y el Control Comercial
de Gacelas Tibetanas, se ha promulgado y ha entrado en
vigor.
Según la Ley para la Protección de Animales
Salvajes, las sanciones por delitos de destrucción
de especies de animales salvajes podrán conllevar
hasta la pena de muerte.
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