La columna sostiene el peso del cuerpo, permitiéndonos permanecer de pie o caminar erguidos. Una columna recta es la base para una buena postura y muy importante para una buena salud.
Pero la columna es vulnerable al estrés y puede ser deformada y da?ada por a?os de mala postura, además del desgaste y las lesiones propias del envejecimiento.
La presión crónica de la espalda, los dolores en la parte baja de la espalda, la rigidez del cuello y la deformación de la columna vertebral son comunes en las ciudades modernas, donde gran parte de la población activa trabaja sentada ante un escritorio o en líneas de ensamblaje. La falta de actividad y ejercicios es la causa fundamental de estos problemas.
Cuando las personas envejecen y los huesos se vuelven más porosos (osteoporosis) y frágiles, los a?os de mala postura pasan factura y la columna es más propensa a los da?os.
Otros problemas asociados son los discos comprimidos (colchones entre las vértebras), las hernias discales, las cuales aprietan el nervio de la columna causando dolor, la anormal desviación lateral de la columna y las dolencias de las articulaciones, entre otros padecimientos.
Los doctores recomiendan con insistencia mantener una buena postura, ejecutar movimientos frecuentemente y cambiar de posición, además de regular el ejercicio físico. Los facultativos de la medicina tradicional china (MTC) hacen hincapié en la importancia de mantener el calor y evitar los “patógenos” fríos (energía del yin) y los “patógenos” húmedos.
La columna vertebral o los huesos de la espalda son como el tronco de un árbol. Ellos mantienen el cuerpo erguido, posibilitan los movimientos y protegen la médula espinal, el manojo de nervios que conecta casi todas las partes del cuerpo con el cerebro.