Liu Chunyan asistía en una reunión en la segura oficina de la mina de carbón en la que trabajaba cuando el terremoto lo sacudió todo el 12 de mayo del pasado a?o. Tanto ella como sus colegas ignoraron el temblor inicial, acostumbrados a estos peque?os temblores cotidianos, pero fue un trágico error, ya que unos segundos después el impacto real del terremoto les dejó sin ninguna posibilidad de escapatoria. Liu estuvo atrapada entre los escombros 24 horas antes de que pudiera ser rescatada. Su pierna izquierda estaba destrozada y tuvo que ser amputada por encima de la rodilla, quedó parcialmente paralizada desde la cintura y perdió la capacidad de movimiento de su pie derecho. Aún así, fue afortunada, ya que 19 de las 30 personas que asistían a la reunión fallecieron. Un a?o después, sentada en el borde de su cama, dice “sigo siendo joven, y por supuesto soy optimista. Tengo que seguir adelante porque tengo un ni?o de 12 a?os y tengo que dar ejemplo.”
Pacientes participando de una sesión de terapia ocupacional en el Centro de Rehabilitación, Protética y Ortopedia en la ciudad de Deyang, provincia de Sichuan. El centro fue creado por la Cruz Roja de Hong Kong en junio de 2008. [Fotografía de John Sexton, China.org.cn]
Liu Chunyan es una de las pacientes del Centro de Rehabilitación, Protética y Ortopedia fundado el pasado a?o por la Cruz Roja de Hong Kong en Deyang, una peque?a ciudad a una hora de camino de Chengdu. Los especialistas del centro le han puesto una prótesis donde debería estar su pierna izquierda, y le han proporcionado una abrazadera especial que le permite controlar los movimientos de su pie derecho. Combinando estos dos mecanismos, Liu puede caminar, “aunque no durante ducho rato” dice “sí al menos mucho más de lo que lo hubiera hecho en otro lugar”.
El centro de la Cruz Roja fue creado en junio de 2008 por la Cruz Roja de Hong Kong en colaboración con la Federación de Minusválidos de Deyang. En septiembre, las instalaciones del centro tuvieron que ser modificadas para dar cabida a una clínica, talleres de trabajo y formación, y un ala para dar alojamiento a los internos. Francis Markus, el portavoz en China de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, ha comentado que “el centro fabrica en sus instalaciones las prótesis necesarias y provee de cuidados a largo plazo a los afectados, entre ellos talleres de terapia ocupacional y psicoterapia”.
Peter Tsang, el responsable técnico del centro, es un jefe retirado de un hospital de distrito de Hong Kong que ha estado trabajando en el campo de las prótesis y ortopedias durante 38 a?os, y que ha sido médico voluntario en la provincia de Guangdong durante los últimos 15. Por eso, después del terremoto de Wenchuan, él fue la elección más natural para la Cruz Roja de Hong Kong al escoger a alguien para trasladarse a Sichuan y ponerse al frente del centro.
El doctor Tsang que es un apasionado de su trabajo, y proporciona una atención cercana y personalizada a cada uno de sus pacientes, dice que “uno no puede simplemente darle una prótesis a alguien y pedirle que ande solo y por si mismo nada más empieza a usarla”. El centro que lleva en Deyang, consecuentemente, ofrece un paquete completo de atención médica y personal, incluyendo entrenamiento en el uso de las prótesis y, sobretodo, ayuda psicológica. La elaboración y los ajustes personalizados de las prótesis son la clave para un tratamiento exitoso, dice, sin dejar de repetir su máxima “un buen ensamblaje es el alma de la prótesis”.
En los dos grandes talleres de trabajo, las prótesis son fabricadas por un joven equipo de hombres y mujeres, algunos de la región y otros provenientes de otras partes de China. Cada uno de ellos tiene al menos tres a?os de formación y otros tantos de prácticas. A partir de moldes de plástico extraídos de los pacientes, elaboran minuciosamente cada una de las prótesis para poder satisfacer las necesidades de cada uno de los pacientes.
Cada dos semanas, un equipo de cirujanos y otros especialistas vuelan desde Hong Kong para atender a los más de 80 pacientes, que, a pesar de que el área oficial de actuación de la clínica está limitada a la zona de Deyang, llegan de todas partes de Sichuan, muchas veces enviados por las ONG que actúan en la región. Según el doctor Tsang, nadie es rechazado, no en vano la clínica ha colocado ya más de 480 prótesis. En las áreas de ejercicio especiales, o a lo largo de los corredores, pacientes de todas las edades se van acostumbrando a las suyas.
Una de los principales atractivos del centro es que provee tratamiento a las víctimas del terremoto de forma completamente gratuita, lo que incluye no sólo el tratamiento médico, sino también comida y alojamiento durante la estancia, e incluso los gastos de viaje de los enfermos y de los pacientes que vienen a visitarlos, lo que es muy importante para las personas que a menudo ya era pobres antes de ocurriera el desastre.
Ocean Hung, un joven psicólogo de la clínica proveniente de Hong Kong, nos comenta que entre un 30 y un 40 por ciento de los pacientes que se encuentran en el centro necesitan tratamiento psicológico para ayudarles a aceptar la pérdida o limitación en la movilidad de sus miembros. También muchos pacientes han sufrido además la pérdida de sus seres queridos o padecen estrés post-traumático. Sobre la mesa de su peque?a oficina se puede ver una fila de mu?ecos de peluche que recuerdan que muchos de sus pacientes no son más que ni?os peque?os.
El doctor Tsang nos ha informado también de que la Cruz Roja de Hong Kong ha invertido unos 50 millones de yuanes (7.3 millones de dólares estadounidenses) para la creación de este proyecto durante cinco a?os, un plazo lo bastante largo como para asegurar que los supervivientes del terremoto como Liu Chunyan tendrán la asistencia especial que necesitan, y que los empleados de la parte china continental que trabajan en el proyecto obtendrán la formación necesaria para llevar adelante el centro sin su ayuda.