Brasil propondrá una alianza a los países africanos del litoral atlántico para adoptar una posición conjunta ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el fin de obtener la concesión de lotes de explotación de los recursos minerales y el fondo marino en el Atlántico Sur.
En entrevista colectiva con la prensa extranjera en Brasilia, el ministro brasile?o de Defensa, Nelson Jobim, anunció que la semana próxima viajará a Luanda, Angola, donde hará la propuesta a sus pares de los países miembros de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa(CPLP) y otras naciones.
Según la Convención de la ONU sobre Derechos del Mar, establecida en 1994, la explotación submarina de las aguas internacionales, espacio denominado técnicamente como "área", está bajo jurisdicción de la Autoridad Internacional de Fondos Marinos.
El tratado servirá de marco para la obtención de licencias de explotación, aunque algunos países, como los Estados Unidos, no lo hayan suscripto hasta el momento.
La ONU deberá otorgar lotes que tendrán una superficie de 100 km por 100 km, y cederá hasta un máximo de 25 lotes por país para su explotación.
Entre las riquezas que pueden ser obtenidas están, además de la explotación pesquera, recursos minerales como manganeso, hierro, cobre y níquel, entre otros, petróleo y gas, y la explotación de la biodiversidad submarina, como por ejemplo bacterias que podrían producir hemoglobina para uso humano.
De acuerdo al ministro, se trata de "un tema que involucra tres dimensiones: intereses económicos, de comercio marítimo y de defensa", por lo que Brasil considera "una obligación" alertar a sus amigos africanos sobre las implicaciones que las concesiones podrían tener en el futuro.
Uno de los aspectos que puede suscitar mayores problemas, evaluó, es la contradiccion eventual entre lols intereses de los países que reciban áreas de explotación y las rutas comerciales marítimas, que podrían verse obligadas a desviarse.
Jobim explicó que, por ejemplo, en el fondo submarino del Atlántico a la altura de Porto Alegre, en el sur de Brasil, existe un área conocida como Elevación del Río Grande, con importantes reservas minerales que ya es objeto de pesquisa científica por parte de Alemania y Rusia.
Por ese motivo, el gobierno brasile?o, que trabaja en sintonía con otros países sudamericanos como Uruguay y Argentina, decidió lanzar un llamado a países africanos para que se conviertan en sus aliados.
Ese abordaje se enmarca, destacó, en la política de alianzas Sur-Sur y la promoción del desarrollo de áfrica fomentada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Fin