Estanques, pozos y otras fuentes de agua son normalmente incluidas en la estructura.
La arquitectura china tradicionalmente da mucha importancia a elementos como el color, los números o los puntos cardinales. Lo cual refleja la creencia en un tipo de inmanencia, por la cual la naturaleza de las cosas puede ser completamente contenida en su propia forma. A diferencia de occidente, donde se ha desarrollado a lo largo de la historia un cuerpo de literatura arquitectónica, en China se ha escrito poco sobre teoría arquitectónica. Un texto antiguo, el Kaogongji(考工記) es el referente y nunca ha sido refutado. Sin embargo, ideas sobre la harmonía del cosmos y la ordenación de la ciudad eran normalmente interpretadas en su nivel más básico, por lo que nunca ha existido una reproducción de la ciudad “ideal”. De todos modos, el Beijing de los siglos XV y XVI es uno de los mejores ejemplos de planificación urbanística china.