Hace algunos a?os, en Hong Kong, se puso de moda los Sifangcai o "cocina en una casa privada". Los comensales llegaban a un lugar que no tenía ni letreros ni marcas en las puertas y ahí se podía disfrutar de una típica comida hecha en casa. Ahora los restaurantes Sifangcai se están reproduciendo rápidamente en Beijing, pero aquellos que están en busca de algo original también tienen que tener la billetera lista. Uno de los Sifangcai más conocidos es La Mansión Mei, donde el ambiente y la comida están conectados con una de las luminarias de la Opera China.
Es muy probable que uno se pierda para llegar a La Mansión Mei. El camino está lleno de curvas y pasajes estrechos y además hay que atravesar algunos hutones para llegar finalmente al Lago Houhai.
La mejor manera de llegar al restaurante es tomando un taxi triciclo. La mayoría de los conductores conocen la ruta.
El patio de la mansión hace gala de la elegancia de la Dinastía Qing y las modificaciones han sido mínimas desde su construcción hace 200 a?os. Su encanto permanece intacto gracias a los esfuerzos de su antiguo due?o Mei Lanfang, quien fue un legendario actor de Opera de Beijing que ganó fama interpretando personajes femeninos.
En el restaurante se respira la influencia de Mei Lanfang. Este abanico de papel fue pintado por el actor. Uno también puede sentarse en su sofá y escuchar su música preferida. La sala de espera y el comedor muestran el estilo de la década de los 20, cálido, acogedor y algo selecto.
Al ingresar al salón uno se siente como un invitado de una cena privada. El anfitrión no está para atender a sus invitados pero "su" mesa ya está dispuesta. El chef principal heredó el libro de recetas del chef personal de Mei Lanfang. El degustar los platos preferidos de este maestro de la ópera y rodearse de sus objetos personales le da a la velada un aura de intimidad.
Mei Lanfang fue en muchos aspectos un epicúreo. Por ejemplo él era muy exigente en cuanto a representar la imagen femenina ideal en los escenarios y creía que una comida adecuada era primordial para mantener unos ojos transparentes, una piel de porcelana, una figura delgada y una voz melodiosa. Su dieta era ligera y muy bajo en grasas pero no sacrificaba el sabor o la nutrición.
Para el actor una porción de avena de pollo era esencial antes de empezar cada función. Esta avena no era de arroz. El pollo se hervía totalmente y se convertía en un puré luego de a?adir un jugo hecho de vegetales. La preparación tomaba cerca de 48 horas.
La Mansion Mei prepara docenas de variadas especialidades, bocadillos y postres, y sus ingredientes principales son azufaifa, nueces y miel, que además son las favoritas del pueblo chino.