Hace poco, la Galería Artística de Victoria en Canadá auspició un evento denominado “Tesoros desenterrados: Exhibición de reliquias arqueológicas de China”. La mayoría de los objetos exhibidos no tienen una procedencia clara. El evento suscitó una controversia en Canadá sobre la autorización de una exhibición de reliquias culturales conseguidas por vías ilegales. Algunos medios de comunicación masiva locales indicaron que la exposición debía de denominarse “Ladrones de tumbas”, ya que la mayor parte de unas 500 reliquias expuestas fueron robadas de las tumbas antiguas de China.
Robos desenfrenados de tumbas antiguas en China
Tras varios traspasos, las reliquias robadas de tumbas antiguas cayeron finalmente a manos de coleccionistas extranjeros y, por su cantidad y calidad, llegaron al grado suficiente para montar una exhibición. Esto refleja desde un ángulo el desenfreno de los ladrones de tumbas en el país durante un tiempo prolongado.
Cada pieza expuesta en dicha galería, dorada o incrustada con piedras turquesas, es fruto de la meticulosa labor de artesanos y transmite mensajes de la civilización antigua de China. Las reliquias, cuya mayoría son objetos de bronce, datan desde la dinastía Shang (1600-1100 a.n.e.) hasta la Tang (618-907).
Entre las reliquias exhibidas figuran diferentes utensilios rituales para beber y armas frías como la espada corta y el pu?al. Un colchón usado antiguamente por una tribu nómada, con escultura de una re?ida pelea entre un leopardo y un toro, dejó admirados a los espectadores canadienses hasta más no poder por su fino trabajo. “Los objetos exhibidos revelan a la gente cómo los seres humanos antiguos preparaban su vida venidera y veían el universo”, expresó Barry Hill, director del pabellón de Asia de la mencionada galería, se?alando a un espejo de bronce adornado con los 12 animales simbólicos del a?o de nacimiento. Además, el gorro de eje de carro incrustado de plata, la lanza, la balista, el gancho de cinta, las piedras en la boca del cadáver y el cerdo de jade en la mano del difunto pueden servir como materiales de referencia directos para conocer los ritos y hábitos de la sociedad antigua.
Dos tercios de las 500 piezas exhibidas, que ocuparon dos salones de la galería, provienen de la colección privada de Joey Tannenbaum, empresario industrial de Toronto. Una vez más, la reciente exhibición llamó la atención pública en cuanto a la colección permanente de origen chino de la galería.
Prohibición inútil de los robos de tumbas
Barry Hill confesó que la exhibición causó una gran divergencia. “Los éxitos más esplendorosos del arte chino han sido enterrados y las obras maestras de la sociedad antigua han podido ser expuestos a la gente contemporánea precisamente a través de las manos de ladrones. Desde luego, cosas similares han ocurrido en todo el mundo,” a?adió.
En China, las ruinas históricas de distintas índoles, de tama?o grande y peque?o, sobrepasan 400,000, la mayoría de las cuales son tumbas. Por eso, es casi imposible tomar medidas de protección en sus alrededores, razón por la cual las repetidas prohibiciones del robo de tumbas han resultado ser inútiles. En a?os recientes, con la legalización de los negocios de antigüedades, los precios de los objetos culturales antiguos han subido sin cesar. Impulsados por los beneficios, los elementos sin ley ponen siempre los ojos en el caudal de las tumbas antiguas. Algunos comerciantes ilegales y los ladrones de tumbas han establecido redes estables de compraventa clandestina. Más aún, por el momento no existe un sistema razonable y eficiente para cortar los canales de venta de los ladrones, quienes venden las reliquias culturales robadas en el mercado negro, del cual muchas valiosas antigüedades de categoría estatal salieron al extranjero.
“En Canadá, algunos coleccionistas individuales consideran que tales antigüedades conservadas en casa poseen gran valor de contemplación. Ellos no comprenden el verdadero contenido detrás de las piezas ni saben distinguir lo auténtico de lo falso y juzgar su valor. Esta exhibición ha inspirado a más gente a buscar fortuna en China,” comentó Barry Till, experto en objetos culturales antiguos de China, refiriendo a la actual“fiebre por China” en Canadá. “En China, cada vez que se tiende un ferrocarril o se excava un pozo, se suele encontrar tesoros antiguos inesperadamente.” Por ejemplo, repuso Barry Hill, la tumba de Hanyang y la de Liu Qi, emperador Jingdi de la dinastía Han, fueron halladas durante la construcción de una autopista del aeropuerto. Aunque habían sido robadas, aún se desenterró una gran cantidad de figuras y piezas coloridas de barro.