| La noticia del concierto de los tres tenores el 23 de junio en la Plaza de la Ciudad Prohibida, aunque aún la parte organizadora no lo ha publicado, ya se conoce en todo el mundo. Para aclarar dudas y disipar rumores, los organizadores celebraron su primera conferencia de prensa el 23 de abril, en la tribuna de la Puerta de Duanmen. Solicitud de la olimpíada con canciones El concierto de los tres tenores será coauspiciado por el gobierno municipal de Beijing y el Comité de Solicitud de Beijing para la Candidatura a los Juegos Olímpicos de 2008, y tendrá lugar el 23 de junio, día olímpico internacional, con la asistencia de los funcionarios del Comité Olímpico Internacional. Todo esto pone de manifiesto que este concierto tiene un significado singular. Justamente como dijo el representante de la Corporación Intermediaria Musical de los Tres Tenores: "Ha sido práctica habitual que al reunirse para conciertos, los tres tenores dedican sus actuaciones a los siguientes temas: el deporte, la benevolencia, la protección ambiental y la paz. En las pasadas tres ocasiones, lo hicieron para la Copa Mundial de Fútbol. Sin embargo, esta vez cantarán para la olimpíada, para Beijing, deseando que sus canciones atraigan más visitas de extranjeros a Beijing, a la Ciudad Prohibida antigua y misteriosa, para que más personas conozcan el nuevo Beijing que se levanta ahora. Les aseguro que en el concierto los tres tenores expresarán su respaldo personal a las aspiraciones olímpicas de Beijing". ?Será este un concierto “destructivo”? Los tres tenores del mundo, representantes de la cultura occidental, pondrán por primera los pies en la Ciudad Prohibida, símbolo de la civilización oriental, el 23 de junio de este a?o. A la par que muchos expresan un júbilo incontenible, son muchos también los que se preocupan por el “estremecimiento” que causará la voz de tres tenores y cuyo eco retumbará en las paredes de la Ciudad Prohibida. ?Da?arán los altos decibeles a las reliquias culturales? Desde un principio los organizadores han tenido este problema en mente. La se?ora Chen Jingxin se?aló que: “En una de las investigaciones al respecto pregunté a unos expertos que si el sonido alto podría da?ar las antiguas construcciones de madera. Su respuesta fue afirmativa. Pero explicaron acto seguido que eso sucede en el caso de la música rock. En cuanto al canto, el sonido fluye hacia arriba, razón por la cual no afectará las construcciones”. Chen agregó además: “El dise?o escénico para este concierto se basará en el principio de conservar lo más que se pueda la vista completa de la Ciudad Prohibida, por lo que se determinará el escenario instalado al aire libre sobre una plataforma de 12 metros de alto como máximo y el sonido será examinado y medido de manera estricta. Ahora sólo podemos rogar al cielo que no llueva. Si no llueve, los efectos de visión y audición serán incomparablemente maravillosos”. ?Por qué tan caras las entradas? En la conferencia de prensa, la parte auspiciadora desmintió los rumores sobre el precio astronómico de las entradas, aclarando que los precios van de 1,600 y 60 dólares, en vez de los denostados 2,000 que se rumoraban. Sin embargo, entre los 1,600 y el precio astronómico previo no hay mucha diferencia. ?Por qué resulta tan cara la entrada? ?Es por el verdadero costo o por la cacareada propaganda de los medios de comunicación? Ante estas dudas, la parte auspiciadora no se anduvo por las ramas y explicó: “Se debe decir que el precio de las entradas de este concierto representa no sólo su incalculable valor artístico, sino también su evidente valor de mercado. Esto es obvio para todos. Además, poder admirar la flor y nata de un arte occidental en la Ciudad Prohibida, símbolo de la cultura oriental antigua y un gran tesoro artístico, es un disfrute extraordinario. Alguna gente considera que este concierto será el último. Tienen cierta razón, pues el mayor de los tres tenores, Pavarotti, ya tiene 66 a?os, con lo que sobrepasa la “edad límite” fijada por Domingo, quien cumplió 60 este a?o, y Carreras, el más joven, también tiene más de 50 a?os. No es extra?o encontrar quienes opinan que está pasando la cumbre de sus vidas como cantantes y que cada vez será más reducida la posibilidad de su cooperación. Y por último, la parte auspiciadora cree que el precio de entrada vale lo que merece y no puede pronosticar cuántos chinos podrán asumirlo. Lo que sí queda claro una vez más es el extraordinario apoyo internacional de que disponen “l(fā)os tres tenores”. |
